TAWA HALLAE UN NUEVO APORTE A LA COMPRENSION DE LA EVOLUCION TEMPRANA DE LOS DINOSAURIOS
El hallazgo y publicación de Tawa hallae (Nesbitt et al, 2009), un terópodo de hace unos 214 ma. (Triásico Tardío), indica de manera concluyente que la dispersión de los dinosaurios sudamericanos y basales para el clado Theropoda (Marsh,1881) se produjo tempranamente durante el período Triásico, a partir de unos 228 ma. aproximadamente, en que aparecen los primeros ejemplares del linaje en Argentina y Brasil, representados por Herrerasaurus ischigualastensis (Reig, 1963), Eoraptor lunensis (Sereno et. al, 1993) y Staurikosaurus pricei (Colbert, 1970), los ejemplares más antiguos informados para el clado Theropoda respectivamente.
La relación filogenética entre T. hallae y los dinosaurios del sur del continente americano, considerados basales dentro del clado Theropoda, resulta sorprendente y probatoria de que esté nuevo género encontrado está estrechamente relacionado con los géneros del Sur a través de un ancestro común, a pesar de haber sido desenterrado en una cantera de Nuevo México (Norteamérica), aspecto que habla de una dispersión amplia y temprana del linaje.
En efecto, los análisis cladísticos ubican a T. hallae como un neoterópodo basal y que desciende de dinosaurios más antiguos como Herrerasaurus, un terópodo basal con el cual comparte rasgos especialmente en la estructura del poscráneo.
Sin embargo, a nivel del cráneo T. hallae también evidencia rasgos interesantes, como un proceso maxilar relativamente alto y que difiere de neoterópodos, así como una brecha subnarinal que se expresa entre el premaxilar y el maxilar, muy parecida a la que se observa en los neoterópodos basales Ceolophysis bauri y Dilophosaurus wetherilli. En T. hallae el hueso lacrimal es anterodorsalmente inclinado como en Herrerasaurus y dinosaurios más basales.
La pelvis de T. hallae es bastante plesiomórfica respecto a los neoterópodos, observándose que el proceso preacetabular del ilión no se extiende anterior al pedúnculo púbico. La cresta supraaetabular es continua respecto respecto del borde ventrolateral del proceso postacetabular, lo cual la hace diferente a la de los neoterópodos en que dicha cresta no manifiesta una línea continua respecto a ese proceso. Sin embargo, el pubis presenta un pie púbico medianamente desarrollado, un rasgo propio de neoterópodos, compartido con Herrerasaurus y Staurikosaurus y que no obstante, no se observa en Eoraptor y en Dinosauriformes (Novas, 1992).
Un detalle interesante lo constituye la presencia de sólo dos vértebras en el sacro de T. hallae, un rasgo plesiomórfico de Archosauria (Cope, 1869) y que también se deja ver en Herrerasaurus, pero que no se evidencia en la mayoría de los dinosaurios, que presentan como mínimo tres vértebras en el sacro, rasgo que incluso es considerado diagnóstico del clado Dinosauria (Owen, 1842).
La estructura columnar igualmene aporta datos interesantes con la presencia de articulaciones adicionales en las vértebras (hiposfeno e hipantro), así como un alargamiento característico de las zigoapófisis de la región caudal que se observa regularmente en los neoterópodos.
Una de las características más significantes de T. hallae la constituye la presencia de huesos poscraneales altamente neumatizados y que actualmente sólo se observan en las aves. La presencia de esta característica neumaticidad poscraneal en dinosaurios, sugiere fuertemente que estos animales pudieran haber desarrollado sacos aéreos en estados posteriores de su evolución, al igual que las aves actuales.
En opinión de quienes realizaron el descubrimiento y estudio de este nuevo dinosaurio, su análisis podría cambiar sustancialmente nuestra comprensión de las relaciones filogenéticas de los dinosaurios tempranos y proveer nueva información sobre la evolución osteológica de los primeros dinosaurios carnívoros.
De las comparaciones realizadas con T. hallae, los científicos han confirmado la hipótesis de que los dinosaurios se originaron en lo que ahora es América del Sur, dando origen posteriormente a los grandes grupos dentro del linaje, como son saurisquios (Sauropodomorpha y Theropoda) y los ornitisquios (Ornithopoda, Tireofora y Marginocephalia).
Hasta aquí, T. hallae no es un dinosaurios más, sino un verdadero aporte a nuestra mejor comprensión del clado Dinosauria y sus intrincadas relaciones filogenéticas en su período más temprano de evolución y dispersión.
Roberto Díaz Aros
Director
Centro de Estudios Paleontológicos de Chile
Ref.- Nesbitt et. al (2009). A complete skeleton of a Late Triassic saurischian and the early evolution of dinosaurs", Science 326 (5959): 1530-1533. doi:10.1126/Science. 1180350.